CÓMO SALIR BIEN EN LAS FOTOS DE LA BODA

Una de las preocupaciones más recurrentes en una pareja de novios cuando deciden unirse en matrimonio es cómo conseguir salir perfectos en el reportaje fotográfico que van a contratar. Y no es un tema menor ya que es muy usual escuchar expresiones como "no salgo bien en las fotos" y, sobre todo, "no sé o no me gusta posar".

LOS NOVIOS DEBEN DISFRUTAR SU BODA

La primera recomendación que una pareja de novios debe seguir es que tiene que ser consciente de que el día de la boda es un día de enorme felicidad, es el evento más importante que tendrán conjuntamente desde que comenzaron su relación y, como tal, tienen que disfrutarlo al máximo, exprimir cada instante porque vivirán momentos únicos.

Una boda concentra a la gente de la que uno quiere rodearse pues los novios se verán acompañados por familiares, amigos, compañeros de trabajo o de aficiones. Sin embargo, una pareja debe tener muy claro que, durante toda la jornada, son los únicos protagonistas y los invitados deben adaptarse. Unos novios que se sientan cómodos y con predisposición de disfrutar tienen mucho ganado.

NO VOY A POSAR EN LA BODA

Un reportaje fotográfico y de vídeo de la boda no es más que un documental de la misma, es decir, se trata de captar la historia de vuestro día más especial de la manera más fidedigna posible, de modo que apostamos claramente por la naturalidad en la escena y la espontaneidad de los gestos.

El fotógrafo siempre tendrá claro los diversos elementos para que la escena quede lo más estética posible y explotará todos los recursos que la luz, el cromatismo o el paisaje aporte y los utilizará captando lo que ve, sin artificios superfluos. Aquí reside la originalidad de una fotografía.

Se recomienda no mirar a cámara ya que, si se trata de retratar lo que el objetivo ve, el fotógrafo jamás puede participar de lo que está sucediendo. El fotógrafo no existe. De hecho, somos partidarios de no detener los distintos momentos de cada parte de la boda, salvo muy contadas excepciones.

Esto no quiere decir que nunca se pueda mirar a cámara. A veces, son los propios novios los que salen de su espacio e interactúan con el del fotógrafo. Es decir, lo que antes era una conversación gestual entre los novios, ahora es de la pareja con el objetivo. Cada fotografía debe recoger una intencionalidad y los novios deciden qué les apetece en cada momento.

Unos novios que se sienten cómodos en su boda y que son capaces de aislarse para después volver, es uno de los indicadores de que las fotos quedarán magníficas.

CÓMO SONREÍR EN LA BODA

Llega el punto más complicado: el de sonreír y el de mostrar la felicidad por haberte casado con la persona a la que quieres. Pero ¿cómo se sonríe? Se trata de una cuestión que no debemos tomarnos a la ligera porque una expresión de tristeza o una sonrisa claramente forzada arruina fácilmente una buena estampa aunque el escenario, la luz y el encuandre sean espectaculares.

Una fotografía de boda debe transmitir emoción, trasladarte al momento justo de cuando lo captado estaba sucediendo. Estos recursos son fundamentales pero la prioridad es qué transmiten esos novios. Y aquí el lenguaje gestual es decisivo.

Sonreír no quiere enseñar los dientes. Hay a quien la sonrisa le sale natural porque su forma de ser ayuda a ello y son capaces de abrir la boca sin complejo alguno, de modo que logramos estampas geniales. Se podría decir que es la situación ideal.

Pero es que también se puede sonreír sin enseñar los dientes con un sutil movimiento de labios y demostrar la misma emoción que en el caso anterior. Y vamos más allá: es que también se puede sonreír con la mirada o con cualquier otro gesto facial. Cada persona es distinta entre sí, de modo que es un error pensar que todos sonreímos o nos emocionamos de la misma manera.

QUÉ HACER CON LAS MANOS Y BRAZOS EN LAS FOTOS DE BODA

Ahora nos encontramos con el problema de manos y brazos ¿dónde los colocamos? A modo de broma, no se pueden cortar. Entonces, la mejor solución pasa por dejar de considerarlos un problema y utilizarlos en tu propio beneficio. La postura de las manos y la ubicación de los brazos también transmiten.

Contamos con numerosos recursos que nos van a ayudar. Por un lado, los chicos tienen los bolsillos del pantalón para guardar las manos, una chaqueta o chaqué que agarrar por la solapa, un árbol o monumento donde apoyar o esconder dichas manos (siempre con una flexión suave de los brazos).

Las chicas, por su parte, disponen de su ramo de novias, que tanto juego da y que de tantos apuros nos saca. A veces, se añaden más elementos, como los abanicos, que dejan las manos totalmente ocupadas. Muchos trajes de novias también cuentan con bolsillos. El velo será otro gran aliado, sobre todo, si corre una ligera brisa.

Además, está el mejor recurso, que es el de que los novios interactúen entre sí. Tocarse el pelo, quitar arroz o pétalos, acariciar la cara de tu pareja, estrechar sutilmente sus manos, abrazarse. Son gestos que aportan mucha verdad y emoción a la fotografía.

CUÁL ES LA FOTOGRAFÍA PERFECTA

Después de todo lo que hemos comentado en este post, podemos concluir señalando que los novios deben mostrarse tal como son y que cualquier otra opción es contar una mentira. La mejor boda es la de cada pareja porque es el estilo que han elegido y más se adecúa a su forma de vida.

Llegar a la boda con seguridad, comodidad, sin complejo alguno, sólo con ganas de emocionarte y pasarlo bien es el secreto para que las fotografías que se tomen ese día lleguen a ser espectaculares. Dicho de otro modo, habrá numerosos momentos en los que los novios se olviden de que el fotógrafo está presente.

Podéis tener la completa certeza de que el fotógrafo que habéis elegido (no ya sólo por el estilo fotográfico, sino también por su forma de gestionar la boda y de tratar a los novios) dispondrá de numerosos recursos para ayudaros en vuestra permanente sesión fotográfica en la que se convierte una boda.

Sed conscientes de que es un momento único, que nunca regresará. Cada instante que no aproveches, es un instante perdido, de modo que vivid intensamente vuestro gran día sin desviar la atención en nada. Cada profesional de peluquería, fotografía, salón de celebraciones o música de fin de fiesta sabe lo que tiene que hacer. Y recordad que el fotógrafo dejará constancia de infinidad de momentos que no recordaréis haberlos vivido.