CUÁL ES EL MEJOR REPORTAJE DE BODAS

El mejor estilo de bodas es aquel que les gusta a los novios. Esto es aplicable a todos los elementos escénicos de la misma, es decir, vestido y traje, tipo de ceremonia, casa fotográfica, lugar de la celebración.

EL FOTÓGRAFO Y LOS NOVIOS

Los novios suelen tener más o menos claro lo que quieren contratar en lo que a reportaje fotográfico y de vídeo se refiere aunque ello no implica que soliciten asesoramiento al fotógrafo. De hecho, esto último es lo habitual. En este post, vamos a tratar de desgranar qué aspectos debería tener en cuenta una pareja para poder contratar el reportaje que podrían considerar como el ideal.

Empezamos por los aspectos más personales. El día de la boda es único y los novios deben contar con un entorno en el que se sientan realmente cómodos. La empatía entre novios y fotógrafo y cómo este último se desenvuelve en el trato con la familia y resto de los invitados es fundamental.

El fotógrafo es el encargado de que se cumplan los tiempos de cada momento de la boda. Deja preparados a los novios en sus respectivas casas, hace que éstos lleguen con puntualidad a la ceremonia y, posteriormente, al salón de celebraciones. Ese día, hay muchos profesionales de distintos sectores implicados y realizar correctamente esta labor de dirección hará que los propios novios se centren sólo en disfrutar y que luzcan los trabajos de dichos compañeros.

MI REPORTAJE DE BODAS

Superada esta primera variable, nos vamos al estilo del reportaje. Cada fotógrafo tiene su propia forma de encuadrar y se supone que cuando una pareja acude al estudio del profesional es porque comparte dicha forma de concebir la fotografía.

A menudo, preguntan "qué es mejor", "qué se lleva", "quedará esto mal". En nuestro caso, siempre respondemos "haced lo que os guste, lo que os emocione". Cada persona tiene sus propios gustos y no es recomendable dejarse llevar por tendencias porque, al final, la moda pasa y un reportaje es para toda la vida.

Un comentario que siempre sale en las conversaciones es "no salgo bien en las fotos" o "no me gusta posar". Nosotros siempre abogamos por buscar la naturalidad en la escena, la espontaneidad en los gestos de los novios. De hecho, prácticamente no detenemos momento alguno de la boda. De esta manera, los novios no se cansan, logran evadirse de la sesión fotográfica y disfrutan del momento.

No podemos olvidar que los únicos protagonistas de la boda son los novios, por lo que el trabajo del fotógrafo incluye que cada sesión que se produzca sea amena y dinámica, de modo que no se altere el tipo de boda que la pareja ha programado.

Los rostros de los novios tienen que mostrar relajación y comodidad pero, a la vez, emoción y felicidad. El conseguir una pose natural mezclándolo con la manera de encuadrar y de tratar la luz que más se ajuste al estilo de aquéllos es ya parte de la labor del fotógrafo.

Una vez ha pasado la boda, queda la parte de la edición fotográfica y la producción del álbum. Aquí viene otro dilema. Álbum digital o álbum analógico. La respuesta es sencilla. La pareja debe optar por lo que más le guste.

Es cierto que casi todo el mundo opta por un álbum digital porque permite incorporar un mayor número de fotografías, unos montajes espectaculares y tiene más presencia a nivel externo. Sin embargo, contamos con novios que les gustan lo que llaman "las fotos de toda la vida".

Referente al vídeo de la boda, la mayoría de las connotaciones referidas a las fotografías son aplicables a la videografía. Cada pareja tiene que elegir aquello que le haga feliz y este criterio hará que los novios elijan el mejor reportaje de su boda.