QUÉ ES UN ÁLBUM DIGITAL DE BODAS

Cuando los novios acuden al estudio para contratar su reportaje de bodas, tenemos la costumbre de preguntarles sobre sus gustos y qué idea general tienen de la boda que van a organizar.

Entre dichas cuestiones está la de álbum digital o álbum analógico. Hay parejas que directamente nos señalan que su opción elegida es el digital. En cambio, otras no tienen muy claro en qué consiste en esta opción y qué diferencia tiene con el analógico. En este post, vamos a explicar qué es un álbum digital y por qué gusta tanto.

QUIERO UN ÁLBUM DIGITAL DE MI BODA

Comenzamos señalando que la medida de las pastas de un álbum de bodas es de 35x35 centímetros (la misma en ambas opciones). Un álbum analógico contiene cada fotografía (de tamaño comprendido entre 20x25 cms y 20x30 cms) que va pegada sobre su respectiva hoja de cartón.

Los novios suelen elegir entre 80 y 100 fotografías y aunque se pueden hacer hacer montajes de imágenes en las mismas, su uso se restringe a muy pocos supuestos ya que, entonces, tendríamos una imagen relativamente pequeña y que se perdería entre las demás. Si queremos que una imagen captada luzca en una foto revelada, debe ser la única.

Un álbum digital presenta evidentes diferencias con el ejemplo anterior. De una parte se aprovecha espacio al completo de cada hoja. Aquí tenemos que señalar que la hoja es la unión de dos páginas, de modo que una hoja fotográfica de un álbum digital es de 70x35 cms.

En relación con esto último, señalamos que ahora las posibilidades de montajes espectaculares son inimaginables porque tenemos un espacio amplio donde ubicar varias imágenes sin que pierdan protagonismo.

De modo que ya vemos dos novedades en un álbum digital: podemos usar más imágenes (nuestros álbumes rondan las 50 hojas y más de 200 imágenes.) y es posible realizar una maquetación original basada en un montaje intencionado de las mismas.

El peso del álbum digital es mucho mayor que el del analógico ya que consta de una base, el revelado de la hoja y un plastificado de la misma (que cumple una labor estética porque realza cada imagen y sirve de elemento protector). Todo ello usando la medida de 70x35 cms.

LAS IMÁGENES DE UN ÁLBUM DIGITAL

Un álbum digital con un contenido bien elaborado y sabiendo el motivo por el que se usa cada imagen y la intención buscada en cada montaje maquetado será un trabajo espectacular.

Un álbum de fotografías tiene que contar una historia, en este caso, vuestra boda. No se trata de una sucesión de imágenes ubicadas sin relación alguna. Y tampoco debe caerse en el error de utilizar numerosas fotos en una hoja. Como siempre, cada decisión que se toma conlleva un argumento que la justifica.

En nuestro caso, apostamos por el uso de entre dos y cuatro imágenes en la mayoría de las hojas del álbum. Y cada hoja debe reflejar una misma situación, como la entrega del ramo a la novia, el instante del sí quiero, el momento del arroz tras acabar la ceremonia, el brindis de los novios.

Cada hoja que maquetemos será un pasaje del día de la boda que, unidos de manera cronológica, construirán el relato de la historia del evento más especial de la pareja. Otra cosa es que queramos destacar alguna vivencia por encima de otras a petición de los novios pero siempre respetando esta línea argumental.

Nos gusta el montaje por siluetas, siempre que sea posible, en lugar de recuadros con cada imagen. Se elimina la parte que no nos valga de cada imagen y las unimos con una fusión perfecta en la que no se aprecie dónde están los cortes. Esto nos permite que podamos crear un efecto genial de profundidad de campo en el que tengamos la sensación de que entre las propias imágenes existe una determinada distancia focal. Los novios tendrán mayor tamaño en unas imégenes (que apreciaremos más cercana) y menores en otras. Se trata de una sensación óptica que no es real pero que sí lo parece.

Como siempre defendemos, la intencionalidad en la toma de decisiones es necesaria, tanto en el proceso de captar las imágenes como en el posterior de tratarlas y maquetarlas en un álbum. Entonces, llega la pregunta ¿es mejor un álbum digital que uno analógico? La respuesta: la mejor elección es la que te haga feliz. Y, si tu felicidad está vinculada a la opción del digital, el resultado será genial.