QUIERO AL FOTÓGRAFO TODA LA BODA

Una boda es el gran acontecimiento del que una pareja de novios diseña hasta el más mínimo detalle y al que dedica una enorme cantidad de horas para organizar un evento que será inigualable.

EL FOTÓGRAFO Y LA BODA

La lista de tareas que los novios tienen que realizar para que todo salga perfecto en su día más especial se puede imaginar sin esfuerzo alguno.

Todo el tiempo empleado, el dinero invertido, los invitados movilizados y las emociones que se esperar vivir es para un solo día. Así pues, un fotógrafo debe ser consciente de todo esto a la hora de encarar el trabajo que tiene que realizar.

Una boda lleva implícita una circunstancia que adquiere gran importancia y que no debe pasar inadvertida. El fotógrafo establece una conexión muy fuerte con los novios, sus familiares y sus amigos. Está con ellos desde muy temprano y estará vinculado a la boda durante unas doce horas.

Los novios y su entorno depositan su total confianza en él pues el fotógrafo es quien lleva el tiempo de los diversos momentos de la boda y el que consigue que cada uno de ellos se vaya desarrollando según lo programado. El profesional queda fusionado con la boda, de manera que no se puede separar de ella porque ya es parte de ella.

LOS DESEOS DE LOS NOVIOS

Los novios suelen tener dos claras peticiones de cara al fotógrafo encargado de retratar su boda, las cuales son totalmente lógicas.

La primera es que el fotógrafo cierre su día de trabajo en exclusividad con la boda, es decir, que no abandone dicho evento (dejando un compañero) para cubrir otro trabajo.

Como decimos, el fotógrafo sabe cómo se está produciendo el desarrollo de la boda, domina quiénes son los familiares y amigos. Se trata de la persona que mejor conoce lo que está sucediendo y lo que sucederá.

La segunda se refiere a qué cantidad de tiempo dedicará el fotógrafo a la boda. La respuesta a ello es ilimitado, el que sea necesario, hasta que se tenga consciencia de que ya se ha captado todo aquello que se tenía previsto.

Desde que se inicia la boda, fotografiando los detalles de vestuario y complementos de la pareja, hasta que el fin de fiesta está claramente avanzado, la disponibilidad del fotógrafo tiene que ser absoluta.

El fotógrafo se convierte en pieza esencial en la boda aunque carece de protagonismo, que recae únicamente en los novios. Y dicha responsabilidad debe ser correspondida como estos últimos esperan para que el reportaje que se consiga cumpla las expectativas de la pareja.